Las mesas dulces se han convertido en protagonistas de fiestas, bodas y cumpleaños. Más allá de ofrecer golosinas, representan un punto de encuentro visual que sorprende y enamora a los invitados.
Para organizar una mesa dulce inolvidable, el primer paso es definir la paleta de colores y temática. Desde tonos pastel para un bautizo hasta colores vibrantes para una fiesta tropical, la coherencia cromática es clave.