Lila: un color que siempre está de moda





Desde que el lila apareció de nuevo en las pasarelas, se ha quedado de forma perenne en nuestras vidas. Estamos ante una tonalidad que es, a la par, discreta y llamativa. Combinada con blanco, aporta una sensación de elegancia difícilmente igualable. No obstante, si se combina con otros tonos como el mostaza, es una muestra clara del cómo los opuestos se atraen.





Ya hemos llenado nuestros vestidores de prendas de este color, ahora toca dar un paso más. Sí, es el momento de transformar nuestros hogares y convertirlos en un templo al lila. La vajilla es un gran punto de inicio, puesto que podemos incorporar algunas copas o jarras en este tono. Independientemente de cuál sea el motivo de celebración, o si únicamente es una comida de amigos, este color siempre supone un acierto.





¿Cómo vestir una mesa de lila?





¿Cómo podemos conseguir que nuestra mesa tenga estas tonalidades lilas y continúe siendo atractiva? Es mucho más sencillo de lo que pudieras imaginar, pero va a requerir algo de imaginación. En primer lugar, debes analizar qué objetos componen tu vajilla en la actualidad, y cuáles son sus tonalidades. ¿Tienes platos blancos, y cubiertos plateados? Entonces será perfecto, puesto que no tendrás más que añadir ciertos complementos.





Puedes optar por un mantel en tonos claros o por un mantel violeta, dependiendo de cuáles vayan a ser los colores de tus platos. Si has puesto boles lilas, puede que busques provocar un mayor contraste ayudándote de manteles blancos. No obstante, si has usado una vajilla blanca, no hay nada como un mantel violeta.





Los vasos en tonalidad lila son un imprescindible. Dará igual la bebida que sirvas en ellos, siempre le darán un toque totalmente distinguido. Si ya tienes copas de cristal transparente, puedes optar por unos pie de copa lila. Parecerá que tu vajilla es completamente nueva, ¡y le dará un aire muy renovado!





Mas si quieres hacer que tu mesa tenga de verdad el color de moda, debes incorporar cubiertos lila. Tenedores, cucharas, cuchillos… ¡Serán lo que marcará por completo la diferencia! Busca siempre que haya un equilibrio de colores, juega con las combinaciones y con los complementarios, y causarás sensación. Lo positivo de esta tonalidad es que encaja tanto en celebraciones como bautizos como en comidas familiares de domingo.





Algunos consejos que no debes olvidar





En el punto medio está la virtud, como decían en la antigua Grecia. La elegancia es mantenerse siempre alejado del defecto y del exceso. Si tienes esto en cuenta a la hora de vestir tu mesa de lila, siempre acertarás. Puedes ayudarte de complementos como las velas para dar mayor calidez, o de jarras para hacer que el color resalte aún más. Si a eso le sumas unas coloridas servilletas, ¡no habrá una mesa tan bonita como la tuya! Visita nuestra web y halla todo lo que necesitas para tu mesa.